Lines of Innocence de Grégoire Devin es un homenaje poético a la claridad de la mirada infantil. Esculpida en cerámica y recubierta con pintura acrílica blanca mate, la obra representa un rostro humano sereno y simplificado, casi como una máscara.
Sobre su superficie aparecen dibujos coloridos y frases garabateadas con óleo pastel, evocando la espontaneidad y la creatividad sin filtros de la infancia. Estas marcas vivas contrastan con la calma del blanco, creando una tensión entre la contención adulta y la libre expresión infantil.
Dos pendientes dorados, simples y luminosos, aportan un toque de discreta dignidad. Al convertir este rostro minimalista en un lienzo de recuerdos infantiles, Devin nos invita a redescubrir la verdad que habita en la inocencia y a volver a ver el mundo con ojos nuevos.